Real Vampires Have Curves

Capitulo 2

"Voy llegando. Detente."

"Estás bromeando?" le colgué a Blade. Y por supuesto que el no lo iba a aceptar calmadamente. Oh, no. Él iba a querer un frente a frente. Y solo le había tomado, qué, una hora y un pequeño alto para volar a mi lado. Sip, volar. Había mencionado que él puede cambiar de forma?.

El ave negra voló frente al auto justo cuando estaba disminuyendo la velocidad. Sabía que era mejor ignorarlo y seguir conduciendo. Blade era incansable cuando estaba en una misión. Y su última misión era obligarme a hacer lo que el quería. Mi estómago se hizo nudos. No me iba a acobardar. Yo tenía planes.

Detuve el auto y apague el motor mientras el ave se convertía en hombre. De acuerdo, siempre es algo grandioso de observar. Yo podría cambiar de forma, pero no puedo si saben lo que quiero decir. Un defecto de personalidad. Algo sobre todo el asunto de ahora eres un ave o un murciélago, o Dios lo prohíba, incluso un perro, y ahora eres una persona, me pone los pelos de punta. Quizás es por la perdida de control. O quizás simple temor. Que si se me olvida como hacerlo y quedo atrapada en una de esas formas?

Miré a Valdez. El idiota estaba riendo y moviendo su cola mientras Blade abría la puerta del acompañante a pesar de que, por supuesto, yo la había cerrado.

Nadie podía usar la magia vampírica como Blade. Antes de que pudiera hacer algo, me encontré afuera del auto y rodeándole con mis brazos. No. No. No. Lo empujé lejos de mi y presione las manos sobre mis ojos.

"Mírame, Gloriana." La profunda voz de Blade resonó en mi cabeza.

"No. Vete." Ja. Que tal eso como muestra de fuerza de voluntad? Si tan solo no pudiese olerlo, su olor completamente masculino de ven- y-atrápame. Abrí los ojos.

Él estaba arrodillado, acariciando la cabeza de Valdez y hablándole en voz baja. No me molesté en tratar de escuchar. En vez de eso, disfruté de la vista. Solo a Blade se le puede ocurrir aparecerse vestido usando todos los emblemas del Clan Campbell, incluyendo la espada de dos filos. Pero el siempre tendrá las piernas para una falda escocesa. No me pregunten como es que él puede ser un ave un minuto y al siguiente un hombre completamente vestido. Mucho menos como es que puede viajar a velocidad warp (para las que no lo sepan hace referencia a viaje a las estrellas). Solo llámenlo más magia vampírica. Una magia que aún me jala hacia él.

"Por que la falda escocesa? Seguramente no manejas un casino vestido así. Y tampoco te estás mezclando aquí, Jerry."

Él se puso de pie y me miró mientras que Valdez se fue trotando hacia los arbustos. El cabello de Blade estaba un poco despeinado y apenas me pude contener el deseo de componerlo con mis manos.

"A los clientes les encanta. Creen que es un acto publicitario. No hay nada como tratar de ganarle dinero a un escocés tacaño." Se me acercó, sus oscuros ojos viajando por todo mi cuerpo. Jalé hacia abajo mi polera de "Elvis vive" y deseé poder tener la oportunidad de ponerme algo de labial.

"Por qué eres tan terca?"

"No es terquedad. Solo quiero vivir mi propia vida. No la tuya." Al diablo con el labial. Levanté mi rostro. "Puedes convertirte en lo que quieras. Tal vez un gorila. Así podrías pegarte en el pecho y arrastrarme a tu árbol. Pero en el minuto en que me des la espalda, King Kong, me largo de aquí."

"Estás tentando mi paciencia, jovencita. Estás en peligro."

"Y qué hay de nuevo con eso? yo, no, nosotros siempre estamos en peligro. Cazadores van y vienen, este también terminará por irse."

"Westwood es diferente." Blade se dio la vuelta cuando escuchó a Valdez correr hacia el auto. Un asentimiento con la cabeza y el perro volvió a salir corriendo.

"Deja toda esta"—mirando sobre mi hombro con desdén a mi carro suburbano y mi U-Haul—"Mierda y ven conmigo."

"Esta mierda es mi mierda." Lo golpeé en medio de su amplio pecho. No es que esto sirviera. Soy fuerte, pero Blade es una roca. "¿Me entenderás alguna vez? Me gusta lo que hay a mi alrededor. Y necesito mi independencia. Si voy a vivir por siempre—" me estremecí. Hace mucho tiempo que dejé de agradecer ese pequeño regalo. "Este es mi camino. No el tuyo."

"¿Qué ocurre con que quiera cuidar de ti, muchacha?" Puso sus manos en mis hombros. Oh, si. Pensó que la cosa escocesa me derretiría. Hubo un poco de deshielo, pero era demasiado importante para que mi siempre e interesante libido saliera.

"Todo."

Intentó empujarme hacia él. Me clavé en mis talones. Pudo haberme forzado. Lo sabia y él también. En cambio, dejó caer sus manos y se distanció.

"No soy tu enemigo, Gloriana."

"Si, lo eres," Susurré. Sentí que me condenaba cuando su ceño se frunció. Sabía que lo lastimaba cuando me impuse. Fue un rechazo. De nuevo.

"¿Prometes llamarme si me necesitas?"

No había acento escocés. Sentí su retirada como si cambiara a un pájaro y se fuera volando de aquí.

No pude evitarlo. Me acerqué, deslizando mis brazos en su delgada cintura y coloqué mi cara en su pecho. Llené mis pulmones con su olor y sentí su aliento sobre mi cabello. Deslizó sus brazos alrededor mío y me sostuvo. Tantos años juntos, tanta historia. En mi retorcida manera, lo amo, de acuerdo? Es solo que no me gusta demasiado. No cuando él hace su cosa de " Yo escocés inmortal, tú mujercita".

"¿Esto es todo?”.

"Esto es todo." Me distancié y me fijé como el dio vuelta, con movimientos borrosos, observé como un cuervo con alas negro azuladas chillaba su descontento y volaba lejos hacia el cielo nocturno.

"¿Le darás alguna vez un respiro al chico?" Valdez empujó su cabeza en mi mano y acaricié sus suaves orejas.

"Si me fuera con él, te quedarías sin trabajo."

"Puedo vivir con eso." Bostezó y saltó en el carro. "Nada malo ocurre en la vida de un perro. Comen duermen y persiguen unos cuantos gatos. Eso suena bueno para mí. Me imagino que seguirás dando Cheetos."

Miré al cielo nocturno lleno de mil estrellas y un fragmento de luna plateada.

En alguna parte un pájaro oscuro voló tan rápido que solo otro inmortal podía verlo. ¿Era demente al rechazar a Blade de nuevo? Puse en marcha el carro. Probablemente.

Austin . Finalmente. Había tomado demasiados viajes en mi vida, pero este era el único hacia el infierno. Amo mi viejo carro suburbano, pero especialmente cuando conduces de noche, necesitas un transporte confiable y adecuado en el consumo de gasolina. Tan pronto comience a hacer dinero entrego a este como parte de pago.

Perdí el ventilador en Arizona. Se sobrecalentó en medio del desierto en las afueras de Roswell. Y lo peor, absolutamente lo peor, se reventó una llanta en Texas. ¿Has tratado de cambiar un neumático de un U-Haul y el tiempo (mucho, mucho tiempo) que demora en cambiar un pedazo de chatarra? Tengo fuerza de vampiro pero estaba a una hora antes de que el sol salga. Gracias a Dios por los camioneros amistosos.

Demasiados patanes. Me gusta mirar Austin. Bonitos edificios en la capital. Colinas. Una ciudad más grande de lo que pensé, e incluso a las tres a.m. hay un poco de tráfico en la autopista. Encontré la casa de Freddy sin mucho lío. Tenías que adorar las calles numeradas.

Freddy abrió la puerta de su dos bungalow tan pronto en cuanto me puse al frente. "Glory! Lo hiciste."

"No gracias a este cacharro." Dejé salir a Valdez y lo observé marcar los arbustos de Freddy antes de molestarse en ir a chequear a Freddy. "Es bueno estar finalmente aquí."

"Ya veo, aún viajando con una bestia." Freddy se agachó y le dio una ojeada a Valdez. Ellos tuvieron una silenciosa conversación de hombre a hombre que terminó cuando Freddy se levantó para darme un abrazo. "Te ves maravillosa."

"Tu también." Los vampiros si cambian con los años, saben. No envejecen, exactamente. Pero modas, cabello, y cosméticos pueden hacer la diferencia. Freddy sabía como mezclarse y en esta ciudad Universitaria decidió usar la apariencia de un estudiante. Él llevaba jeans con una camiseta que tenía un anuncio del picnic del cuatro de Julio de Willie Nelson. Tenía que sonreír.

"Un picnic?"

"Es una tradición local. En realidad no se mueve hasta que se pone el sol. El próximo verano tendrás que ir conmigo. La música es grandiosa." Freddy era alto, delgado y pudo haber sido el amor de mi vida sino hubiese decidido salirse del closet hace unas décadas. Menos mal. El era más como Blade cosa que ninguno de ellos jamás admitiría. Fuerte, cabeza dura y macho, a pesar de la preferencia sexual.

Sentí que había mas vampiros adentro justo antes de que una gutural voz conocida me saludara.

"Gloriana, querida, danos un abrazo."

Danos. Danos como la madre de Freddy, la condesa Cecelia Hapsburg von Repsdorf. La condesa se había convertido en vampiro cuando ella descubrió que su único hijo era vampiro. No había forma en que ella lo dejase vivir eternamente sin su "guía."

"CiCi." Fui envuelta en una nube de perfume exótico que era el preferido de la condesa, su mezcla especial, y realmente maravillosa. Olfateé y la sostuve por un momento, mi mejilla contra su suave mejilla.

Mi propia madre era un recuerdo distante y para nada placentero. Ella me dio la espalda y me condenó al infierno por haberme enamorado de un actor. No es que ella aprobara algo que yo hiciera de todos modos. Ni siquiera me puedo imaginar como hubiera reaccionado si hubiese sabido que yo era una vampira.

CiCi era la madre que yo hubiese deseado tener, cálida y amorosa, y no fría y juzgadora.

De acuerdo, tal vez un poco juzgadora. Ella me alejó un poco y me miró de arriba a abajo.

"Te ves horrible, cariño. Que le has hecho a tu piel? Es eso bronceador?" Ella estaba claramente horrorizada. "Eres lo que eres, Gloriana. Debes ser pálida, etérea. Debo cambiarte inmediatamente."

"Madre, deja que la mujer se siente primero, quieres?" Freddy tenía su mano en el collar de Valdez. "Y dile hola a su último compañero. Valdez, presumo?" me preguntó.

"Por supuesto." Estaba aliviada de ver a mi perro meneando la cola. Uno nunca sabe como reaccionarán los animales con CiCi. Con su extraño perfume y su voz, ella ha enviado a más de uno de mis cachorros buscando refugio. Claro que ninguno de ellos sintió que CiCi representara un peligro para mí, sino que solo para ellos. Este parece haber desarrollado un enamoramiento instantáneo hacia ella, y en realidad se había quedado sin habla.

"Vaya, es uno grande, verdad?" Ella se inclinó para acariciar su cabeza y le dio una mirada minuciosa. "Bien. Tu necesitas un protector ya que eres demasiado terca para quedarte en un solo lugar con Jeremiah."

Jeremiah, Jeremy, Blade. Era lo usual con CiCi. "A Jerry y a mi nos va bien cada uno por su lado. Déjalo así, CiCi." Me volteé hacia Freddy. "Donde está Derek?".

"Salió." Freddy perdió su sonrisa y señaló hacia el auto. "Te traigo tu equipaje? Al menos lo que necesitarás para la noche?"

"Claro, gracias. Solo el bolso que está en el asiento trasero. Podemos encargarnos del resto después." Miré a Freddy caminar por la acera.

"Él es miserable, Gloriana." susurró CiCi. "Derek ha salido a cazar. Él no dejará de hacerlo."

"Aún así siguen juntos."

"Oh, si. Exceptuando su pequeño desacuerdo, son bastante devotos." CiCi me guió a una acogedora sala. La cual estaba llena del tipo de antigüedades que amo, cosa que se la dejé saber a CiCi en plenitud y a ella le encantó.

"Si, realmente amo las cosas hermosas. Frederick me dijo que planeas abrir una tienda de antigüedades. Es una magnífica idea, quien mas podría saber tanto sobre ellas?"

Recorrí mi mano sobre el aparador maple que tenia un hermoso acabado de “flame” (es una presentación donde la fibra de la corteza de la madera es distorsionada en un patrón de líneas onduladas seguidas una de la otra a la cual se le da el nombre de flame o tiger) y estaba lleno de figuritas de porcelana. "Jamás tuve algo tan delicado como esto. Quizás tu puedas ayudarme."

CiCi parecía sorprendida. "Oh, no para trabajar. Sino para darme tu opinión de vez en cuando."

"Claro. Me encantaría. Y quizás así pueda consignar algunas cosas." Ella hizo un gesto indicando el elegante cuarto decorado. "Frederick dice que tengo muchas cosas”.

"No tantas como yo. El tratar de hacer que cupiera todo en el auto y en el tráiler me dejó cansada. Y me dio la idea de la tienda. En verdad estoy lista para dejar ir algunas." Me di la vuelta, la puerta se cerró de golpe y Valdez gruño. Freddy tenía mi bolso y otro hombre, Derek. Imagínate a Hugh Jackman en el chico de Oz. Yumi. Lo reconocí por fotografías que me enviaba al correo electrónico.

Otro mito que es mentira. Si se puede fotografiar vampiros, pero lo del espejo, eso es verdad y un verdadero dolor de cabeza para alguien como yo que quiere lucir bien. Tuve que usar un hechizo vampírico para doblegar la voluntad de otro de los bailarines para que me maquillara para poder subir al escenario. Ella es la que me convenció del bronceado. Ahora lo estaba repensando.

CiCi siempre estaba a la moda. Su cabello negro estaba atado para apartarlo de su rostro de piel perfecta, blanca y de sus pómulos. Su traje color zafiro hacía un juego perfecto con sus ojos y abrazaba magníficamente su figura compacta. Solo mido cinco cinco, pero cuando CiCi se pasea alrededor del cuarto me siento enorme y torpe.

Freddy y Derek estaban teniendo una conversación susurrada, de la cual por supuesto podía oír cada palabra gracias a mi más que excelente oído. Derek había cazado cerca de los dormitorios universitarios y Freddy estaba furioso.

"Borraste su memoria, verdad?"

Derek movió con fuerza su brazo para quitarse la mano de Freddy. "No soy ningún tonto. Deja el tema. No significó nada. Ahora preséntame a tu amiga Gloriana."

Sonreí y estreché mi mano. "Glory para mis amigos. Es un gusto conocerte." Oh, por Dios, Derek tenía impregnado el olor de sangre fresca. Cuanto tiempo hace que me permití enterrar mis dientes en un delicioso y juvenil cuello? Inhalé y sentí mis colmillos agrandarse así que tuve que respirar con calma.

"Ves lo que nos haces?", los puños de Freddy estaban cerrados. "Glory está a un centímetro de ir de cacería por que tú llegas a casa oliendo a O positivo."

"Estoy bien, Freddy. En serio." O al menos lo estaré cuando me trague un Bloody Merry. Así es, Merry, no Mary. Mi Merry es sangre sintética, no un coctel de jugo de tomate.

Otro vampiro lo inventó en los cincuentas, me refiero a los cincuentas de mil novecientos. Hoy por hoy lo obtienes en Merrymeals.com. Los Mortales creen que es un energizante y esposas deprimidas afirman amarlo. Eso te da ganas, pero no es como lo verdadero.

Derek se encontraba a unas cuantas pulgadas. Inhalé de nuevo. Oh, tenía que alejarme de ese delicioso aroma antes que saliera corriendo de la casa para tomar el primer cuerpo caliente que se me atravesara.

"Lo lamento, Glory." Derek le dio a Freddy una mirada que decía vete al diablo. "Pero cazar es lo que hacemos. Por qué te niegas a ello? Te puedo mostrar estos lados si quieres. Los estudiantes aquí son maravillosos. Jóvenes y saludables si evitas los drogadictos y casas de fraternidades. Podemos chequear la calle Guadalupe o por la biblioteca."

"Es suficiente, Derek." CiCi se sentó en sillón de terciopelo verde esmeralda. Valdez se encontraba a sus pies y la miraba con adoración. Traidor. El volteó a verme y golpeteó la alfombra Oriental con su cola. Traidor sin vergüenza.

"Gloriana acaba de llegar. Acaso no podemos tener una conversación civilizada? Ella en realidad no necesita alimentarse, o si, Gloriana?"

"No, estoy bien." O al menos lo estaré cuando tenga mis cosas y abra la gran lata verde. Esperaban que fuera roja? Demasiado obvio.

"Ah, aquí esta Sheba." CiCi miró a Valdez. "Usted no molestará al gato, señor. O su estadía aquí será muy corta."

Valdez se levantó. Pude sentir su horror cuando un hermoso gato gris con ojos azules entró al cuarto. Ella miró hacia mi, obviamente categorizándome como algo sin interés, para luego dirigirse directamente a Valdez.

"CiCi, será mejor que me consiga un cuarto de hotel." Si el pelaje volara no tenía duda que todos estaríamos atendiendo al funeral de un gato.

CiCi colocó una mano en la cabeza de Valdez. "No vas a herir a mi Sheba."

Estaba segura que ella estaba usando más que solo un hechizo. Respecto al gato, ella se le acercó a Valdez y frotó su cabeza contra su pecho. Él prácticamente vibraba con la necesidad de tragársela de un solo mordisco. Para mi alivio, Sheba se movió, saltando al regazo de CiCi. Le envié a Valdez un mensaje mental de que se calmara, pero no era necesario. El se acostó a los pies de CiCi.

"Ahora siéntense, todos. Gloriana, dinos tus planes."

Me senté en la orilla de una silla, tan lejos de Derek como podía. Vi un tatuaje en su musculoso antebrazo, era de telarañas que lucían bastante modernas. Así que no llevaba centurias viviendo. No era sorpresa de que cazara con tanto entusiasmo. Todos me estaban observando fijamente. Oh, si. Mis planes.

"El Emporio Vampírico de antigüedades. Qué piensan del nombre?"

CiCi sonrió. "Muy inteligente, querida."

"Quieres que todos sepan que eres vampiro?" Derek se quedócongelado, obviamente inquieto por su salida nocturna. El alimentarte te hace eso. Te energiza. No es que yo extrañe el verdadero alimento.

"Un vampiro en 1920 era una sirena. Alguien fabuloso para tu generación." Freddy seguía claramente enojado con su compañero. Me miró y forzó una sonrisa. "Debiste haber visto a Glory en esos tiempos. Cierto, madre? Nadie podía bailar Charleston como Gloriana St. Clair."

"Oh, ya entendí." Derek se movió cerca de Freddy y puso sus manos sobre sus hombros. Anotó un punto por que al menos Freddy no le quitó las manos. "Buen nombre. Un vampiro que es vampiro."

"Esa es la idea." Rodé mis hombros. "Lo siento chicos, pero sería mal educada si me fuera a la cama ahorita? He estado conduciendo toda la noche”

"Oh, que inconscientes somos!" CiCi volteó a ver al reloj de mármol sobre el manto.

"Falta menos de una hora para que el sol salga. Claro que estás cansada. Frederick, muéstrale a Gloriana su cuarto y ayúdala a que se acomode."

"Gracias por recibirme, CiCi. Espero ser mejor compañía mañana." CiCi solo sonrió y me despidió del cuarto. Valdez me seguía de cerca. Podía darme cuenta desde ya que les estaba llenando la casa. Con la inmensa colección de muebles y demás de CiCi más tres personas que ya se encontraban viviendo aquí, no había mucho espacio para mi y mi perro. Tendré que hacer otros arreglos lo más pronto que pueda.

Freddy agarró mi equipaje y me señaló hacia las escaleras. "He arreglado todo para ti. No es ningún problema. Te quedarás con nosotros. Además es muy peligroso que andes sola."

"No me leas la mente, no es educado." Subí las gradas justo detrás de el. "Prefiero no gastar mis energías bloqueándote."

"Como si pudieras" se detuvo frente a una puerta abierta. Era un encantador cuarto con una cama con postes en las esquinas. Gruesas cortinas se encontraban colocadas en las dos ventanas.

"De acuerdo. Apesto en algunos tipos de telepatía. Tengo otros talentos."

Freddy acarició mi mano. "Claro que los tienes. Actriz, bailarina y pronto serás la dueña de una tienda. Creo que he encontrado el local perfecto. Podemos ir a verlo mañana por la noche." El dio la vuelta cuando Valdez entró al cuarto. "Bien, tu protector esta aquí. Prométeme que lo llevarás a donde quiera que vayas cuando no este yo cerca."

"Suenas como mi ex. Blade dijo que había hablado contigo."

Freddy tenía una risa malévola. "Si. Me dijo de MacTavish. Westwood no es el único cazador que hay ahí afuera. Dos vampiros fueron asesinados en Houston el mismo día en que Westwood atacó a Blade en el lago Lake Charles."

Me estremecí. Sabía de Geografía. Houston estaba a solo tres horas de aquí por auto. "Pero no en Austin?"

"No, aquí no. Pero estamos más seguros en grupos, Glory. No puedes simplemente depender de un maldito perro para que te mantenga a salvo."

"Lárgate, vampiro. La rubia está a salvo conmigo." Mi bendito perro había olido todo el cuarto para luego saltar en la cama y acostarse el pie de la misma.

"Ah, ahora hablas." Camine hacia él y le jalé la oreja. "Buen trabajo el que hiciste allá abajo con Sheba."

"Si, no sé qué se apoderó de mí." El miró alrededor del cuarto. "Pero si ese gato trata de dormir con nosotros no me hago responsable."

Freddy rio. "No dejes que mamá te oiga decir eso. Este es tu pero guardián?".

"Si, lo es. El realmente me cuidó durante el camino. Incluso tuve que pagar extra en un motel por que Valdez asustó de muerte a una de las señoras de la limpieza que quiso entrar en el día”.

"Vaya que si. Nadie se le acerca a Glory cuando está durmiendo”.

Sonreí y acaricié a Valdez en la cabeza. "Por supuesto yo dormí durante lo que aparentemente fue un ‘ataque violento’ según el encargado. Tuve que aceptar su palabra de que la mujer salió gritando por todo el patio y casi se cae en la piscina. Nunca oí nada." Sip, realmente dormimos como los muertos y gracias a Dios por Valdez.

"Tu acabas de justificar mi punto, Glory." Freddy ignoró el "woof” de Valdez." "El perro probablemente es mortal. Westwood no vacilará en callar a un perro que ladra."

"No antes que le quite un pedazo de trasero – ”.

"Valdez!" abracé a Freddy otra vez. "No te preocupes. Me quedo. Al menos por un tiempo. Gracias." Le miré. "No sean tan duro con Derek. Hemos estado donde el está ahora. Toma centurias el crear el tipo de autocontrol necesario para dejar de cazar. Es obvio que él no es tan viejo como nosotros."

"No, no lo es. Pero puede ser descuidado, Glory. Él puede ponernos a todos en peligro."

No podía discutir con él cuando probablemente tenía la razón. Freddy recorrió su mano por su cabello negro. CiCi no se podía quejar de la apariencia de su hijo. Él era pálido, con ojos azules brillantes que podían atraparte si te permitías verlos por mucho tiempo. Era atractivo, sexy y le habría invitado a mi cama sin pensarlo si supiera que el estaría interesado. Levantó su mano y acarició mi mejilla.

"Es bueno saberlo, dulzura."

"Diablos, deja de leerme la mente." Me habría sonrojado si no me faltase un cuarto de sangre. Saqué una lata de Bloody Merry de mi bolso y la abrí. Mientras más tiempo vivo, menos veces me tengo que alimentar. Pero el oler a Derek… tomé un sorbo, y suspiré. "No es lo mismo, sabes."

"No." Freddy agarró mi lata y tomó un gran sorbo, luego me la regresó.

"Si se te acaban solo pídeme. Mi madre tiene como cincuenta guardadas. 'En caso de una emergencia.' Ella todavía no confía en la internet."

"Y quien lo hace?" me senté en la cama y observé a Freddy caminar. No era necesario poder leer la mente para saber que aún estaba molesto con Derek.

"Tal vez deberías cazar con él. Así puedes controlar la situación." Tomé otro sorbo. Podía sentir como regresaba mi fuerza.

"A él le encantaría, pero el estar ahí, haciendo eso. Entiendes?"

"Si, lo sé." era mucho más fácil pretender que eras normal si no cazabas.

Lo lamento, pero la maravilla de ser vampiro puede desvanecerse, al menos así fue para mi. Como, ummm, hace doscientos años. Más o menos por el tiempo en que Blade y yo nos separamos por primera vez.

Freddy estaba asintiendo. Claro que había estado leyendo mi cabeza. Lo insulté en mis pensamientos y el rió.

"Lo siento, es un mal hábito. Olvida lo de cazar. Ahora sobre esta tienda tuya." Dejo de sonreír.

"Tal vez no debería ayudarte con ella. Mi madre tiene razón. Regresa con Blade. Él aún te quiere y puede mantenerte."

"No está a discusión, Frederick. Vete a la cama, hace las pases con Derek y déjame con mi enlatado"—fruncí la nariz—"elixir."

"Chica necia." Besó mi mejilla y salió por la puerta. "En verdad es bueno verte otra vez. Que descanses. Te veré en la tarde. Tu baño está en la puerta siguiente."

"Que descanses tu también, Freddy, y gracias por recibirme. Eres un buen amigo."

Me senté en la cama y tomé otro sorbo. Había Bloody Merry light pero aprendí que no importa cuan poco coma siempre despierto con la misma figura. La parte mala de nuestro sueño curativo.

"Amigo? Ese tipo está loco. Rechazando a una buena mujer como tu." Valdez le dio un golpecito a mi mano con su nariz y yo metí mis dedos entre su pelaje.

"El te llamó maldito perro."

"Lo que soy. Rasca mis orejas. Si, justo así."

Me quede sentada ahí con Valdez cerca de mí. El era cálido, estaba vivo. Al irse acercando la mañana me sentí más y más muerta a pesar del efecto rejuvenecedor del Bloody Merry. Me terminé la bebida y busqué en mi bolso por un camisón de dormir de algodón. Estos días prefería la comodidad así que lucía tan sexy como un árbol seco una vez que estaba lista para irme a dormir.

Encontré el baño y lavé mi rostro, estudiando mis brazos en la luz. CiCi tenía razón, lucía estúpida. Me bañaré cuando me despierte y usaré uno de esas esponjas de loofas que están al lado de la ducha para comenzar a quitarme este horrible bronceado. Me siento pálida, debería verme pálida.

Que le había ocurrido a mis elevados ánimos? A mi optimismo? Entré al cuarto y apagué la luz. El cuarto estaba negro, justo como a mi me gustaba. Usualmente no sueño cuando duermo, pero tengo que admitir que saber que Freddy y su amante estaban bajando por el pasillo, cada uno en los brazos del otro, me puso toda nostálgica.

De acuerdo, de acuerdo, celosa. Necesitaba un nuevo amante, alguien que me adorara e hiciera todo lo que yo le dijera. No alguien como Blade, quien solo sabía como hacer que yo me deshiciera —Dios, Si—en la cama, pero me trataba como una mujer de baja categoría el resto del tiempo que estábamos juntos. La próxima aventura que tenga, va a ser una en la que yo tenga el control. Y yo estaba en Texas. Debería ser con un vaquero. Ese pensamiento fue lo suficiente para hacerme sonreír mientras caía dormida.
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